domingo, 3 de agosto de 2025

9 DE AV, DIA DE LA DESTRUCCIÓN DE LOS DOS TEMPLOS EN JERUSALÉN.

9 DE AV, DIA DE LA DESTRUCCIÓN DE LOS DOS TEMPLOS EN JERUSALÉN.


Hoy, Domingo 3 de agosto del año 2025, 9 de Av del 5785, en el calendario hebreo, recordamos el día que iniciaron la destrucción de los dos templos de Dios en Jerusalén. Y esto no fue una casualidad que esta  fecha coincidieran en distintas épocas para un mismo propósito.

Así, que el templo erigido por el rey Salomón, por voluntad de Dios, también por su voluntad fue destruido, como se revela en las profecías anunciadas a través del profeta Jeremías (capítulo 25), por Nabucodonosor, rey del imperio babilónico, 520 años exactamente, antes de Cristo; y el segundo templo construido después de terminado los setenta años de la cautividad de los judíos en Babilonia (Jeremías 25:11) fue destruido por Tito Flavio Vespasiano, hijo del emperador de Roma, quien fue el príncipe que habría de venir a destruir el segundo templo como lo indicó la profecía del tiempo determinado de las setenta semanas, en el libro de Daniel, capítulo 9, versículo 26.

Dios llama a la atención, a través de esta fecha, para que vean que esto no fue casual, sino que obedece a un plan  trazado que conlleva a la redención de la humanidad en el plan de salvación implementado por el Señor, Dios de todo lo creado.

La destrucción del primer templo, señaló el rompimiento del pacto de Dios con Israel por causa de su desobediencia y rebeldía, por setenta años, como lo dice 2 de Reyes 23: 26- 27, donde dice:

Con todo eso, Jehová no desistió del ardor con que su gran ira se había encendido contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés le había irritado.

Y dijo Jehová: También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.

2 Reyes 23:26-27


Inmediatamente después de cumplidos los setenta años de la cautividad de los judíos en Babilonia, Dios los regresó a Jerusalén, restaurando su pacto con ellos con la edificación del segundo templo.

Dicha restauración no inició el día en que se pusieron los cimientos del mismo, una vez que llegaron a Jerusalén, no; sino antes, con la salida de la orden del rey Ciro de Persia para la restauración del templo en Jerusalén, inmediatamente de cumplidos los setenta años del cautiverio, como lo indicaba la profecía en Daniel 9:25, cuyo cumplimiento está registrado en segunda de Crónicas 36:21 al 23. Lo cual, también, señaló el comienzo de las setenta semanas determinadas en función de la permanencia de dicho pacto. Que se volvió a romper con la muerte del Mesías, el Hijo de Dios, al rasgarse el velo del templo con su muerte, como lo refiere Mateo 27 51.

De manera, que el segundo templo fue destruido 70 años después del nacimiento del Mesías que era el año 3830 del calendario hebreo.

Desapareciendo por completo el primer pacto, como lo dice la carta a los Hebreos:

Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.

Hebreos 8:13

El misterio de todo esto, es que la muerte del Mesías Príncipe, se produce al terminar la semana 69, dejando pendiente la última semana.

Este hecho deja claro que la última semana corresponde a la restauración futura del pacto de Dios con Israel, lo cual habría de confirmarse.

La pregunta sería: ¿Cuándo se confirmará? ¿Qué señal habrá de producirse para saber que se inició dicha restauración?

¿Dios habrá dejados en su santa Palabra, pistas, fechas, evidencias de que tal cosa ocurrirá?

Por su puesto que sí,  todo está revelado. Sólo que Dios reservó el entendimiento de su revelación para darlo a conocer En el tiempo del fin, como lo expresó en Daniel 12: 3 al 10, cuando dijo:

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.

Daniel 12:3-10

La brecha existente desde la instauracion del nuevo pacto, con la muerte del Mesías, para la futura restauración del primer pacto por la última semana pendiente, quedó determinada de la misma forma y en el mismo momento en que Dios determinó la cautividad de Judá en Babilonia por setenta años, como lo he explicado, para crear el estado de separación del pacto, fuera de Jerusalén, para poder dar inicio al desarrollo de un tiempo final de setenta semanas determinadas en función del pacto restaurado.

Dios revela en Jeremías 25:11 y 12, que la separación de su pacto sería por 70 años, en ambos rompimientos.

El tiempo de la cautividad en Babilonia fue por setenta años literales y se encuentra determinada en el versículo 11, el cual dice:

Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.

Jeremías 25:11

Luego, en el versículo siguiente, esto es, el 12, introduce en la profecía el segundo exilio, el cual revela que cuando los setenta años se cumplan, castigaría al rey de Babilonia.

Claro, esto es para el entendido. La mayoría de los que leen esta profecía pensarán que se trata de los mismos setenta años. La diferencia entre estos dos tiempos expresados en la profecía indicada, es que en el primero, versículo 11, estuvo el rey de Babilonia, pero para  el cumplimiento de la profecía revelada en el siguiente versículo, debería haber estado presente el rey de Babilonia, para que la profecía se cumpliera, más no fue así. El rey que dominaba el mundo como imperio que desplazó al imperio babilónico fue el imperio medo-persa, y era Ciro de Persia quien estuvo presente con el final de aquellos setenta años, como lo vengo explicando, cuyo cumplimiento quedó registrado en segunda de Crónicas 36 21 al 23.

Entonces, ¿cómo se cumple esta profecía?

Bien, está profecía corresponde a un segundo exilio, como lo he afirmado, lo cual, es un hecho a todas luces bien claro, hubo un segundo exilio después de la muerte de Cristo. Esta profecía dice:

Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre.

Jeremías 25:12

Además, podemos notar que hasta ahora, después de 2474 años de que los judíos regresaron de la deportación a Babilonia, todavía esa región sigue habitada, y que corresponde al país de Iraq, la hija de Babilonia, la cual tiene treinta millones de habitantes. Es decir, la profecía sigue vigente y aún no se ha cumplido de un todo. Se ha cumplido en parte.

Veamos:

Es lógico entender que si Israel logró regresar legalmente a su tierra en el año 1948 cuando fundaron por la gracia de Dios, el Estado de Israel, eso significó que hasta ese año, llevaban 1915 años de exilio desde la muerte del Mesias, esto quiere decir que aquellos setenta años para un segundo exilio era un tiempo simbólico que expresaba en su número perfecto, un castigo.

De manera que todo apuntaba a que aún tendría que transcurrir 55 años más para llegar a los 1970 años de exilio, como tiempo perfecto, para la confirmación del pacto por una semana.

Esos cincuenta y cinco años, nos conduciría hasta el año 2003, para que Israel pudiera vivir delante de Dios.

Pues, este año 2003 estaba contemplado en las profecías; de modo que al llegar a ese año, Dios los perdonaría de todas sus rebeliones, por su gracia. Esta profecía está en el libro del profeta Oseas, donde dice:

Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.

Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.

Oseas  5:15, 6:1-2

Esto lo vengo explicando desde hace treinta y cuatro años, desde que escribí el libro titulado: ,El Orden de las Cosas, tratado Bíblico acerca de los tiempos del fin", el cual publiqué en el año 1991, y está disponible aún, y lo pueden adquirir por este medio.

Continúo:

Para que se pudiera cumplir la profecía escrita en Jeremías 25:12, necesariamente debía estar presente el rey de Babilonia, en quien recayera el castigo mencionado, para ese entonces ese rey era Saddam Hussein.

Y ocurrió con Saddam conforme estuvo escrito. El 26 de febrero del año 2003,  se confirmó el pacto de Dios con Israel. Esta fecha mencionada, estaba determinada en la profecía de Hageo capítulo 1, versículo 15, que significó para ese entonces, el inicio de la reedificación del segundo templo cuya obra se paralizó por 42 años, como se explica en Esdras, capítulo 4, ese día fue el 24 del mes de Adar, sexto mes del año 5763.

A los 22 días después de dicha fecha, Saddam fue desalojado del poder, capturado el 13 de diciembre del mismo año, y ejecutado en la horca el 30 de diciembre del 2006, el día que los musulmanes celebraban su fiesta anual del sacrificio del cordero, Eid Al-Adha.

Este, es el cumplimiento de las profecías en toda su crudeza, con evidencia bíblica de todo lo ocurrido.

La confirmación del pacto de Dios con Israel fue por una semana, como lo expresa Daniel 9:27. De modo, que desde el año 2003 hasta el año 2010, es el espacio de tiempo de esa restauración. Que va desde el año 5763 hasta el año 5770, año perfecto para el fin de la confirmación de pacto. 

La semana setenta contiene 2520 días, más desde la mitad de la misma, le fueron añadidos 75 días conforme lo expresa Daniel 12: 11 al 12. De manera que en total contiene 2595 días.


Sí aplicamos esos 2595 días desde el 26 de febrero del 2003, eso nos llevará, exactamente, hasta el 5 de abril del año 2010, que en el calendario hebreo corresponde al 21 de Nisán del año 5770. Ese día es el último día de la pascua para ese año. ¿Coincidencia?

Dios confirmo su pacto con Israel, con su pascua, eso nos da a entender que la septuagésima semana, no son solo siete años, sino tres grupos de siete años desde el 2003.

Las setenta semanas fueron determinadas para abarcar la plenitud de los gentiles, para eso es la brecha de los 1970 años de exilio de Israel, desde la muerte del Mesías, aunque los judíos desconocen que fueron perdonados, e ignoren que necesiten el perdón. Ellos son amados del Padre por causa de sus padres.

El cierre de las setenta semanas para abarcar la plenitud de los gentiles, se manifiesta desde el 28 de septiembre del año 2015, 15 del mes séptimo (Levítico 23:34) del año 5776, hasta el 5 de noviembre del año 2022, correspondiente al 11 de Jeshván del año 5783, concerniente a la fiesta solemne de los tabernáculos de siete años, tiempo en que concluye la plenitud de los gentiles, o el cumplimiento final del tiempo de los gentiles, expresado por el apóstol Pablo, en la carta a los Romanos 11:25 al 27, y por nuestro Señor Jesucristo en el evangelio de Lucas 21: 22-24.

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.

Romanos 11:25-27

Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

Lucas 21:22-24

La señal presentada para este período de  siete años del cierre, fue la aparición del último eclipse lunar de la última tétrada de lunas de sangre 2014 -2015, la cual señaló, con su aparición, el comienzo de la fiesta de los tabernáculos.

La ciencia astronómica había calculado la aparición de este fenómeno de eclipse de lunas de sangre, la cual se manifestaría en su última aparición, el 28 de septiembre del 2015, y así ocurrió.

Una vez, finalizado el tiempo de los gentiles, se iniciaría el último tiempo de siete años, reservado para la salvación de Israel, salvación no sólo de en contra sus enemigos, sino de su redencion definitiva, con el fin de la tribulación por la manifestación del anticristo con el sistema mundial.

Todo comenzó el 7 de octubre del año 2023, ese día corresponde al día después de la fiesta de los tabernáculos para ese año. Ese día fue el 22 de mes séptimo, que como señal del seguimiento de la septuagésima semana, está fecha prosigue al anterior cumplimiento de la fiesta de los tabernáculos de siete años. De modo, que en este viaje por el tiempo, nos encontramos en el umbral del tiempo de la manifestación del anticristo, y todo terminará a finales del año 2030.

Mis amados hermanos, dispersos en todos los rincones del mundo, debo decirles que mi ministerio corresponde a la necesidad de Dios que clama por alguien que le ordene, anuncie y proclame lo que ha de acontecer en los tiempos finales, de la manera como Dios lo ordenó desde tiempos antiguos, en las palabras expresadas a través de profeta Isaías, en el capítulo 44, versículos del 6 al 8, las cuales dice:

Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

Isaías 44:6-8



jueves, 20 de febrero de 2025

Comentario explicativo del Cumplimiento de las setenta semanas

 EXPLICACIÓN DE EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS.

Querida hermana Belgis, el Señor Jesucristo le continúe bendiciendo. Muchas gracias por sus contenidos muy interesantes que continuamente está publicando. Me encanta la manera tan amena como hace sus exposiciones.

Déjeme informarle de lo que Dios quiere que sepamos acerca del tiempo que él determinó en su santa palabra, para la ejecución de su plan redentor, en función de la restauración del pacto que hizo con Israel desde su salida de Egipto y ratificó en Jerusalén cuando el rey Salomón dedicó la obra del templo.

Hago extensiva está explicación a todos nuestros hermanos, a aquellos que temen a las palabras de nuestro Dios y Señor de nuestras vidas, escritas en la Biblia, a través de los profetas, para dejarnos la revelación del tiempo de su venida, al ocaso de las setenta semanas referidas en el capítulo 9 de Daniel.

El hombre en su mente carnal, ha intentado descifrar este misterio, Pero no ha tenido éxito, y esto se debe a que el conocimiento de estas profecías estuvo cerrado y sellado hasta estos tiempos finales, como también lo había determinado y registrado en el libro de Daniel, capítulo 12, desde el versículo 4 al 12; por eso hasta ahora el hombre no lo entiende; pero aún así, pretendiendo haberlo entendido, se ha fabricado sus propias interpretaciones al respecto, sin ningún temor de haberse equivocado en algo, ignorando voluntariamente, que los pensamientos y los caminos de Dios son más altos que los pensamientos y los caminos del hombre.

Me refiero concretamente, a la interpretación que han hecho del cumplimiento de la septuagésima semana, o última semana de las setenta semanas determinadas (Daniel 9:24-27); los cuales en su mayoría, han creído que tal tiempo se refiere a un pacto que haría la nación de Israel con el anticristo; siendo esto, solo suposiciones sin fundamentos, y no la revelación de la palabra de Dios.

Lo cierto fue, que Dios hizo un primer paréntesis de setenta años en su pacto con Israel (Jeremías 25:11), bien definido en la transición que hubo del primero al segundo templos. Esta transición de la semana que correspondió al rompimiento del pacto por setenta años, sentencia que pronunció Dios contra su pueblo escogido, debido a su indignación hacia la idolatría de Judá, como está escrito:

Y dijo Jehová: También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.

2 Reyes 23:27.

De manera, que al no haber templo, el pacto quedó invalidado, en desuso, anulado, desactivado, detenido, cualquiera de estos términos son apropiados para ser aplicado a ese hechos durante esos setenta años de desolación de Jerusalén.

De manera, que esta separación sirvió de contexto para mostrar el estado de separación de Israel, para la debida restauración del pacto, ahora, por un tiempo definido, con el propósito de cumplir su plan de redención dentro de ese marco de tiempo, dejándolo registrado desde la antigüedad para nuestro conocimiento en estos últimos días, para que podamos reconocer el tiempo que le restaría al mundo para su inminente y glorioso regreso, cuyo conteo iniciaría, no desde el primer día de la edificación del segundo templo en sí, sino desde antes, desde la salida de la orden para su edificación, como lo expresa el mandato de las setenta semanas (Daniel 9:25), decreto que fue emanado por el rey Ciro de Persia, inmediatamente después de cumplidos esos setenta años de la deportación a Babilonia, como quedó registrado en segunda de Crónicas 36:21 al 23, y Ésdras 1:1-4.

Este segundo templo debía de existir hasta la consumación de 69 semanas del pacto restaurado, como lo demandó dicha profecía (Daniel 9:26a).

Por lo cual, Dios mostró y dejó registrado, el momento en que se detuvo el primer pacto a la muerte de nuestro Señor, cuando expiró su último aliento de vida al rasgarse el velo del templo (Mateo 27:51); iniciando así, desde ese momento, un segundo paréntesis, ahora, no por setenta años, sino por 1970 años.

Por lo cual , fue registrado en Jeremías 25:12, en referencia a la primera separación por setenta años, pero para una aplicación futura cuando dijo, que cuando esos setenta años se cumplan castigaría al rey de Babilonia por su maldad. De manera, que en este versículo 12 en particular, no se estaba refiriendo a aquellos 70 años mencionados en el versículo anterior, el 11, porque ciertamente Babilonia ya no existía para cuando se cumplieron los setenta años, por lo tanto no se podía cumplir ese castigo sobre el rey de Babilonia en ese entonces.

Pero en este otro gran paréntesis, al cabo de los 1970 años desde la muerte del Mesías, sí había un rey en Babilonia, su hija, la actual Iraq, y sobre ese rey se vino a cumplir ese castigo pendiente, eso fue para el 19 de marzo del 2003, 12 años después de la Guerra del Golfo Pérsico del año 1991, llamada "Tormenta del Desierto", donde desalojaron a Saddam Hussein de Kuwait, país que había invadido, para que se cumpliera la sentencia sobre Babilonia en el libro de Jeremías, capítulo 50, del 35 al 46, lo cual significó: la herida de espada de la bestia (Apocalipsis 13:3,12,14).

Dios habló por medio del profeta Oseas, de ese año 2003, tiempo en el cual perdonaría a Israel de su rebelión, al término de los 1970 años de exilio espiritual, cuando dijo:

"Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.

Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él."

Oseas 5:15, 6:1-2

El Señor, al revelar el esclarecimiento de sus profecías, está mostrando su infinito amor sobre su pueblo escogido en toda la tierra, para que no anden en tinieblas, sino para que estén apercibidos, mas el mundo no lo entenderá.

ENTONCES, ¿EN QUÉ MOMENTO INDICA LA PROFECÍA BÍBLICA QUE INICIÓ LA CONFIRMACIÓN DEL PACTO POR UNA SEMANA CONFORME LO ESTABLECE EN DANIEL 9:27a, QUE DEBERÍA SER UNA FECHA INMEDIATAMENTE ANTES DEL CASTIGO QUE VINO AL REY DE BABILONIA?

El 24 del mes sexto del año 5763, fue la fecha hebrea para el año 2003, para el inicio de la confirmación del pacto en su última semana, en Jerusalén, registrada como suceso histórico del día del inicio de la reedificación de la obra suspendida del templo; indicada en el libro del profeta Hageo, capítulo 1, verso 15, cuando se reanudó su edificación, que estuvo paralizada por 42 años (Esdras 4). Esa fecha antigua, ahora correspondió al día 26 de febrero del año 2003, o sea, 21 días antes del comienzo del cumplimiento del castigo sobre este rey de Babilonia.

Hago la aclaración de que este mes sexto para el año 2003, no es el mes sexto del pacto suspendido (de la ley), sino que fue el sexto mes correspondiente al año 5763 del calendario civil hebreo, ya que hasta ese momento estuvo suspendido el pacto.

Yo, aunque estaba en Venezuela, Dios me permitió ser testigo de la llegada de este extraordinario día, donde Jerusalén despertó con una gruesa capa de nieve de 20 centímetros de espesor en toda la santa ciudad y ciudades vecinas, como señal de que Dios los había perdonado y emblanquecidos, como dice el libro del profeta Isaías:

"Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."

Isaías 1:18

Lo que termina de corroborar esta revelación de la consumación de la confirmación del pacto por una semana, es el hecho de que los 2595 días que contiene la misma, se cumplen, perfectamente, desde el 26 de febrero del 2003, hasta el 5 de abril del 2010, que corresponde, esta última fecha en el calendario hebreo, al 21 de Nisán del año 5770, último día de la pascua para ese año. Así quedó confirmado el pacto con evidencias bíblicas.

Es importante saber que Dios emplea, para la restauración del primer pacto, un tiempo de 7 unidades, sea en días, meses, años, o semanas de años, como señal de la pascua celebrada por primera vez en Egipto.

Y ese fue la razón por la cual también Dios distribuyó las setenta semanas, en siete y sesenta y dos semanas, para diferenciar el tiempo de restauración del pacto, o tiempo pascual para la edificación de su templo, con el resto de las semanas. Porque restaurar y edificar, términos utilizados en Daniel 9:25, implicaban, restaurar el pacto, primeramente, para luego edificar la ciudad con sus muros.

Otra cosa que debo aclarar acerca de la cantidad de días de la septuagésima semana, es que Dios le añade 75 días más, aplicados éstos desde la mitad de la semana, cuando han de cesar los sacrificios (Daniel 9:27b), como se indica en Daniel 12:11-12, hasta cumplidos los 1335 días. Esa es la razón por la cual se amplía el plazo a 2595 días de esta última semana.

El misterio del cumplimiento de la septuagésima semana, es que ella recrea la ley del ciclo anual de las festividades del pacto referida en Levítico 23, el cual inicia con la pascua, y termina con la fiesta de los tabernáculos, ambas celebradas en siete días.

Y es al cabo de la fiesta de los tabernáculos de siete años, donde se abarcó la plenitud de los gentiles (Romanos 11:25), hecho cumplido desde el 28 de septiembre del 2015, al 5 de noviembre del 2022, cuyas fechas en el calendario hebreo corresponden desde el 15 del mes séptimo (Levítico 23:34) del año 5776, al 11 de Jeshván, mes octavo de la ley, en el año 5783.

La señal que marcó el inicio de la semana de siete años de la fiesta de los tabernáculos, fue la presencia para el 28 de septiembre del 2015, de la última luna roja o luna de sangre, correspondiente al fenómeno celestial de cuatro lunas de sangre, denominadas: tétradas de lunas de sangre, está última para el 2014-2015.

De manera que la razón fundamental de las setenta semanas determinadas, era para establecer el tiempo para la recolección, durante todas las edades y generaciones, de sus escogidos de todas las naciones hasta nuestros días; de modo que al cierre del cumplimiento de esta última semana, donde el mundo ha alcanzado los 8 mil millones de habitantes, cuando los campos para la gran cosecha están ya blancos como trigo maduro, se haya alcanzado sus objetivos, y así quedar complacido en cuanto a la escogencia de todos los gentiles; y dar inicio al tiempo para la salvación de Israel por los últimos siete años que restan al mundo para el fin.

El inicio para la salvación de Israel comenzó el día 7 de octubre del año 2023, que como ya sabemos, fue el día de la gran masacre ocurrida en Israel ese fatídico día, cuando Hamás, la milicia terrorista, de forma sorpresiva y despiadada, asesinó a más de 1200 personas civiles y militares.

Lo significativo del 7 de octubre del 2023, es que ese día fue el día siguiente de haber terminado la fiesta de los tabernáculos o Sucoc, para ese año, es decir, el día 22 del mes séptimo del año 5784.

Simbolizando, este hecho, el fin de la etapa anterior de la semana y el comienzo de la salvación de Israel, como lo dice el apóstol Pablo:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;

y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.

(Romanos 11:25-26)

De manera que la septuagésima semana es como un ser que tiene espíritu, alma y cuerpo. Y todos son uno a la vez.

Donde la confirmación del pacto constituyó su espíritu, después vino la semana de los tabernáculos que en sí es el alma, la razón de las setenta semanas en su plan, la salvación de los gentiles.

Y el cuerpo, lo tangible, lo que se verá de la septuagésima semana, donde será revelada la profecía, se edificará el templo en Jerusalén posteriormente al cataclismo mundial (Hageo 2:6-7), estarán presente los personajes descritos en las profecías, como son: el anticristo, el falso profeta, los dos testigos; y salvará a Israel.

Será un tiempo donde la fe del pueblo escogido será probada. Los planes de la agenda 20-30 de la ONU, fueron diseñados para preparar una rebelión mundial de la humanidad contra Dios y así presentarlos en el año 2030,.

Todos los que directa o indirectamente, trabajan o apoyan esta agenda, lo hacen para esa rebelión; de manera, que al cabo de este tiempo final, la humanidad que no teme a Dios será marcada con el nombre de la bestia.

Hay mucho más para explicar, pero me llevaría muchas líneas más en este comentario.

Saludos. El Señor le bendiga, mi querida hermana.

Su consiervo:

Antonio Sepúlveda.

ajosepulveda@gmail.com

Hoy, 15 de febrero del 2025.