NO TEMAS, PUEBLO DE ISRAEL.
Pueblo de Israel, no se turbe tu corazón por lo que pueda hacerte el hombre. Mucho tiempo haz sufrido, tus enemigos te agobian.
Dios te ha escogido para que vivas, no para que mueras.
Te recogió de entre muchas naciones y te ha traído nuevamente a tu tierra como en el pasado; pero, está vez, nadie más te asoladora, y habitarás por siempre en Jerusalén.
Ahora, el 9 de Av no será más fecha de lloro y ayuno sino de alegría y gozo porque el templo será edificado. No será para tí, día de terror ese día, sino que por el contrario será un día te terror para tus enemigos, y para todos los que te afligieron. Será el martes 13 que ellos temen. Porque Dios asolará a las naciones, y a tí te consolará.
Tus enemigos máquinan maldades para destruirte, pero sus maldades se volverán a ellos como un búmeran que los herirá de muerte.
No te acongojes ni le temas a tus enemigos porque Dios peleará por tí las batallas. Porque el que te toca, toca la niña de sus ojos.
El Señor te bendiga, Israel.
