EXPLICACIÓN DE EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS.
Querida hermana Belgis, el Señor Jesucristo le continúe bendiciendo. Muchas gracias por sus contenidos muy interesantes que continuamente está publicando. Me encanta la manera tan amena como hace sus exposiciones.
Déjeme informarle de lo que Dios quiere que sepamos acerca del tiempo que él determinó en su santa palabra, para la ejecución de su plan redentor, en función de la restauración del pacto que hizo con Israel desde su salida de Egipto y ratificó en Jerusalén cuando el rey Salomón dedicó la obra del templo.
Hago extensiva está explicación a todos nuestros hermanos, a aquellos que temen a las palabras de nuestro Dios y Señor de nuestras vidas, escritas en la Biblia, a través de los profetas, para dejarnos la revelación del tiempo de su venida, al ocaso de las setenta semanas referidas en el capítulo 9 de Daniel.
El hombre en su mente carnal, ha intentado descifrar este misterio, Pero no ha tenido éxito, y esto se debe a que el conocimiento de estas profecías estuvo cerrado y sellado hasta estos tiempos finales, como también lo había determinado y registrado en el libro de Daniel, capítulo 12, desde el versículo 4 al 12; por eso hasta ahora el hombre no lo entiende; pero aún así, pretendiendo haberlo entendido, se ha fabricado sus propias interpretaciones al respecto, sin ningún temor de haberse equivocado en algo, ignorando voluntariamente, que los pensamientos y los caminos de Dios son más altos que los pensamientos y los caminos del hombre.
Me refiero concretamente, a la interpretación que han hecho del cumplimiento de la septuagésima semana, o última semana de las setenta semanas determinadas (Daniel 9:24-27); los cuales en su mayoría, han creído que tal tiempo se refiere a un pacto que haría la nación de Israel con el anticristo; siendo esto, solo suposiciones sin fundamentos, y no la revelación de la palabra de Dios.
Lo cierto fue, que Dios hizo un primer paréntesis de setenta años en su pacto con Israel (Jeremías 25:11), bien definido en la transición que hubo del primero al segundo templos. Esta transición de la semana que correspondió al rompimiento del pacto por setenta años, sentencia que pronunció Dios contra su pueblo escogido, debido a su indignación hacia la idolatría de Judá, como está escrito:
Y dijo Jehová: También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.
2 Reyes 23:27.
De manera, que al no haber templo, el pacto quedó invalidado, en desuso, anulado, desactivado, detenido, cualquiera de estos términos son apropiados para ser aplicado a ese hechos durante esos setenta años de desolación de Jerusalén.
De manera, que esta separación sirvió de contexto para mostrar el estado de separación de Israel, para la debida restauración del pacto, ahora, por un tiempo definido, con el propósito de cumplir su plan de redención dentro de ese marco de tiempo, dejándolo registrado desde la antigüedad para nuestro conocimiento en estos últimos días, para que podamos reconocer el tiempo que le restaría al mundo para su inminente y glorioso regreso, cuyo conteo iniciaría, no desde el primer día de la edificación del segundo templo en sí, sino desde antes, desde la salida de la orden para su edificación, como lo expresa el mandato de las setenta semanas (Daniel 9:25), decreto que fue emanado por el rey Ciro de Persia, inmediatamente después de cumplidos esos setenta años de la deportación a Babilonia, como quedó registrado en segunda de Crónicas 36:21 al 23, y Ésdras 1:1-4.
Este segundo templo debía de existir hasta la consumación de 69 semanas del pacto restaurado, como lo demandó dicha profecía (Daniel 9:26a).
Por lo cual, Dios mostró y dejó registrado, el momento en que se detuvo el primer pacto a la muerte de nuestro Señor, cuando expiró su último aliento de vida al rasgarse el velo del templo (Mateo 27:51); iniciando así, desde ese momento, un segundo paréntesis, ahora, no por setenta años, sino por 1970 años.
Por lo cual , fue registrado en Jeremías 25:12, en referencia a la primera separación por setenta años, pero para una aplicación futura cuando dijo, que cuando esos setenta años se cumplan castigaría al rey de Babilonia por su maldad. De manera, que en este versículo 12 en particular, no se estaba refiriendo a aquellos 70 años mencionados en el versículo anterior, el 11, porque ciertamente Babilonia ya no existía para cuando se cumplieron los setenta años, por lo tanto no se podía cumplir ese castigo sobre el rey de Babilonia en ese entonces.
Pero en este otro gran paréntesis, al cabo de los 1970 años desde la muerte del Mesías, sí había un rey en Babilonia, su hija, la actual Iraq, y sobre ese rey se vino a cumplir ese castigo pendiente, eso fue para el 19 de marzo del 2003, 12 años después de la Guerra del Golfo Pérsico del año 1991, llamada "Tormenta del Desierto", donde desalojaron a Saddam Hussein de Kuwait, país que había invadido, para que se cumpliera la sentencia sobre Babilonia en el libro de Jeremías, capítulo 50, del 35 al 46, lo cual significó: la herida de espada de la bestia (Apocalipsis 13:3,12,14).
Dios habló por medio del profeta Oseas, de ese año 2003, tiempo en el cual perdonaría a Israel de su rebelión, al término de los 1970 años de exilio espiritual, cuando dijo:
"Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él."
Oseas 5:15, 6:1-2
El Señor, al revelar el esclarecimiento de sus profecías, está mostrando su infinito amor sobre su pueblo escogido en toda la tierra, para que no anden en tinieblas, sino para que estén apercibidos, mas el mundo no lo entenderá.
ENTONCES, ¿EN QUÉ MOMENTO INDICA LA PROFECÍA BÍBLICA QUE INICIÓ LA CONFIRMACIÓN DEL PACTO POR UNA SEMANA CONFORME LO ESTABLECE EN DANIEL 9:27a, QUE DEBERÍA SER UNA FECHA INMEDIATAMENTE ANTES DEL CASTIGO QUE VINO AL REY DE BABILONIA?
El 24 del mes sexto del año 5763, fue la fecha hebrea para el año 2003, para el inicio de la confirmación del pacto en su última semana, en Jerusalén, registrada como suceso histórico del día del inicio de la reedificación de la obra suspendida del templo; indicada en el libro del profeta Hageo, capítulo 1, verso 15, cuando se reanudó su edificación, que estuvo paralizada por 42 años (Esdras 4). Esa fecha antigua, ahora correspondió al día 26 de febrero del año 2003, o sea, 21 días antes del comienzo del cumplimiento del castigo sobre este rey de Babilonia.
Hago la aclaración de que este mes sexto para el año 2003, no es el mes sexto del pacto suspendido (de la ley), sino que fue el sexto mes correspondiente al año 5763 del calendario civil hebreo, ya que hasta ese momento estuvo suspendido el pacto.
Yo, aunque estaba en Venezuela, Dios me permitió ser testigo de la llegada de este extraordinario día, donde Jerusalén despertó con una gruesa capa de nieve de 20 centímetros de espesor en toda la santa ciudad y ciudades vecinas, como señal de que Dios los había perdonado y emblanquecidos, como dice el libro del profeta Isaías:
"Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana."
Isaías 1:18
Lo que termina de corroborar esta revelación de la consumación de la confirmación del pacto por una semana, es el hecho de que los 2595 días que contiene la misma, se cumplen, perfectamente, desde el 26 de febrero del 2003, hasta el 5 de abril del 2010, que corresponde, esta última fecha en el calendario hebreo, al 21 de Nisán del año 5770, último día de la pascua para ese año. Así quedó confirmado el pacto con evidencias bíblicas.
Es importante saber que Dios emplea, para la restauración del primer pacto, un tiempo de 7 unidades, sea en días, meses, años, o semanas de años, como señal de la pascua celebrada por primera vez en Egipto.
Y ese fue la razón por la cual también Dios distribuyó las setenta semanas, en siete y sesenta y dos semanas, para diferenciar el tiempo de restauración del pacto, o tiempo pascual para la edificación de su templo, con el resto de las semanas. Porque restaurar y edificar, términos utilizados en Daniel 9:25, implicaban, restaurar el pacto, primeramente, para luego edificar la ciudad con sus muros.
Otra cosa que debo aclarar acerca de la cantidad de días de la septuagésima semana, es que Dios le añade 75 días más, aplicados éstos desde la mitad de la semana, cuando han de cesar los sacrificios (Daniel 9:27b), como se indica en Daniel 12:11-12, hasta cumplidos los 1335 días. Esa es la razón por la cual se amplía el plazo a 2595 días de esta última semana.
El misterio del cumplimiento de la septuagésima semana, es que ella recrea la ley del ciclo anual de las festividades del pacto referida en Levítico 23, el cual inicia con la pascua, y termina con la fiesta de los tabernáculos, ambas celebradas en siete días.
Y es al cabo de la fiesta de los tabernáculos de siete años, donde se abarcó la plenitud de los gentiles (Romanos 11:25), hecho cumplido desde el 28 de septiembre del 2015, al 5 de noviembre del 2022, cuyas fechas en el calendario hebreo corresponden desde el 15 del mes séptimo (Levítico 23:34) del año 5776, al 11 de Jeshván, mes octavo de la ley, en el año 5783.
La señal que marcó el inicio de la semana de siete años de la fiesta de los tabernáculos, fue la presencia para el 28 de septiembre del 2015, de la última luna roja o luna de sangre, correspondiente al fenómeno celestial de cuatro lunas de sangre, denominadas: tétradas de lunas de sangre, está última para el 2014-2015.
De manera que la razón fundamental de las setenta semanas determinadas, era para establecer el tiempo para la recolección, durante todas las edades y generaciones, de sus escogidos de todas las naciones hasta nuestros días; de modo que al cierre del cumplimiento de esta última semana, donde el mundo ha alcanzado los 8 mil millones de habitantes, cuando los campos para la gran cosecha están ya blancos como trigo maduro, se haya alcanzado sus objetivos, y así quedar complacido en cuanto a la escogencia de todos los gentiles; y dar inicio al tiempo para la salvación de Israel por los últimos siete años que restan al mundo para el fin.
El inicio para la salvación de Israel comenzó el día 7 de octubre del año 2023, que como ya sabemos, fue el día de la gran masacre ocurrida en Israel ese fatídico día, cuando Hamás, la milicia terrorista, de forma sorpresiva y despiadada, asesinó a más de 1200 personas civiles y militares.
Lo significativo del 7 de octubre del 2023, es que ese día fue el día siguiente de haber terminado la fiesta de los tabernáculos o Sucoc, para ese año, es decir, el día 22 del mes séptimo del año 5784.
Simbolizando, este hecho, el fin de la etapa anterior de la semana y el comienzo de la salvación de Israel, como lo dice el apóstol Pablo:
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.
(Romanos 11:25-26)
De manera que la septuagésima semana es como un ser que tiene espíritu, alma y cuerpo. Y todos son uno a la vez.
Donde la confirmación del pacto constituyó su espíritu, después vino la semana de los tabernáculos que en sí es el alma, la razón de las setenta semanas en su plan, la salvación de los gentiles.
Y el cuerpo, lo tangible, lo que se verá de la septuagésima semana, donde será revelada la profecía, se edificará el templo en Jerusalén posteriormente al cataclismo mundial (Hageo 2:6-7), estarán presente los personajes descritos en las profecías, como son: el anticristo, el falso profeta, los dos testigos; y salvará a Israel.
Será un tiempo donde la fe del pueblo escogido será probada. Los planes de la agenda 20-30 de la ONU, fueron diseñados para preparar una rebelión mundial de la humanidad contra Dios y así presentarlos en el año 2030,.
Todos los que directa o indirectamente, trabajan o apoyan esta agenda, lo hacen para esa rebelión; de manera, que al cabo de este tiempo final, la humanidad que no teme a Dios será marcada con el nombre de la bestia.
Hay mucho más para explicar, pero me llevaría muchas líneas más en este comentario.
Saludos. El Señor le bendiga, mi querida hermana.
Su consiervo:
Antonio Sepúlveda.
ajosepulveda@gmail.com
Hoy, 15 de febrero del 2025.